Jamón ibérico para tus ensaladas

Las ensaladas y sus trucos

¿Sabes el secreto para una ensalada deliciosa? ¿Cuál es el secreto de la ensalada perfecta? Para conseguir una ensalada deliciosa y única, la clave está en la variedad de ingredientes empleados, un requisito indispensable para una buena ensalada.

Una ensalada completa debe llevar al menos uno de cada uno de estos grupos de ingredientes:

  1. Vegetales y hortalizas: la lechuga y el tomate son los más habituales, pero las espinacas, el kale, la rúcula o los germinados de brócoli, fenogreco, alfalfa o soja están ganando cada vez más protagonismo.
  2. Alguna proteína: las de toda la vida como el atún, el queso o el huevo suelen combinar muy bien con las hortalizas, el jamón ibérico es otra buena opción.
  3. Un elemento crujiente como los frutos secos: nueces, pipas de calabaza, piñones o algunas semillas como el lino dorado o el sésamo.
  4. Un buen aderezo como la típica vinagreta, la salsa césar, la de yogur o la de cúrcuma con pimienta negra.
  5. Y un extra del estilo de hierbas frescas (albahaca, cilantro, cebollino…) sumadas a legumbres (guisantes, judías, garbanzos) o bien alguna fruta (granada, piña, manzana) que aporten el contrapunto diferente.

¿Qué conseguiremos con estos pasos?

Si sigues estas pautas, tu ensalada será deliciosa. Además de un sabor impresionante, este plato tiene cualidades estupendas para el organismo:
1. Ayuda a combatir el calor. No es ningún secreto que una ensalada fresca es un buen parche para los días más calurosos del verano.
2. Protege la piel gracias al betacaroteno que contienen las hortalizas, un precursor de la vitamina A que permite mejorar y favorecer el bronceado, proteger la piel del sol y disminuir los efectos de los radicales libres.
3. Es un plato hidratante. Las hortalizas contienen cerca de un 90% de agua y permiten mantener el mínimo de hidratación diaria, de modo que consumiéndolas te sentirás mucho mejor durante estos meses.
4. La ensalada es ligera. Las verduras y hortalizas que forman su base son bajas en calorías y muy nutritivas. La lechuga romana, por ejemplo, sólo aporta 17 kilocalorías cada 100 gramos, o la rúcula con unas 25 kilocalorías, son alimentos de los conocidos como de calorías negativas, lo que significa que para metabolizarlos se consume más energía de la que se ingiere.

The Ibérico Edit – El Secreto del Ibérico

 

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